Absuelven a rastafari que fue acusado de tráfico de drogas
Los jueces determinaron de manera unánime que las pruebas presentadas por el Ministerio Público fueron obtenidas ilegalmente por lo que no pueden ser utilizadas en contra de Cristián Anacona
Ayer terminó el calvario del joven rastafari y su familia. Cristián Anacona, de 36 años, fue absuelto del delito de tráfico de drogas por decisión unánime en el Tribunal Oral de La Serena.
En la audiencia, efectuada cerca de las 10:00 horas, los jueces a cargo del caso, Juan Espinoza, Jaime Mesa y Jorge Pizarro, leyeron la resolución en presencia de: El fiscal Rodrigo Céspedes, la defensa integrada por Lilian Yáñez y Paula Pérez, y el imputado, quien era acompañado por su abuela Mireya Aguilera.
“Las pruebas presentadas por la policía fueron obtenidas de manera ilegal”, ese fue el primer argumento de los magistrados para absolver a Anacona. Personal de la PDI hizo ingreso al domicilio del sujeto, sin ninguna orden judicial, por lo que se vulneró un derecho fundamental del hombre. Además del desprolijo procedimiento, los jueces detectaron una serie de inexactitudes en los informes. Uno de los errores más trascendentes fue que el pesaje de la marihuana incautada no coincidió con el que posteriormente, y de manera definitiva, entregó el Servicio de Salud. La diferencia fue de casi 500 gramos, según indicó la defensa del hombre a la salida de la audiencia. “Por todas estas razones Cristián ha sido absuelto. Ahora sólo resta la lectura del fallo. Una vez leído éste, el Ministerio Público tiene diez días para interponer algún tipo de recurso, que en este caso sería la nulidad”, informó Lilian Yáñez, abogada defensora del acusado.
UNA SITUACIÓN QUE JAMÁS OLVIDARÁN. Cuando desde el estrado entregaron la resolución del caso, Mireya Aguilera, abuela del imputado no aguantó la emoción. La mujer se llevó las manos a la cara por unos segundos y luego fue al encuentro de su nieto para fundirse en un abrazo. “Estoy muy contenta ahora porque sufrí mucho, sobre todo cuando Cristián estaba en Huachalalume y teníamos que ir a verlo allá, al hospital. Parecía un verdadero cadáver”, relata Aguilera entre lágrimas.
Quien tampoco pudo ocultar su felicidad fue la hermana del acusado, Carolina, quien llegó una vez terminada la sesión. “Siempre tuvimos mucha fe, porque él (Cristián) toda su vida ha actuado con honestidad. Esto da cuenta de que la verdad siempre triunfa”, afirmó la joven.
Por su parte, Cristián Anacona, relata que lo que le tocó vivir durante estos meses fue “indescriptible. Ahora me siento con un alivio inmenso luego de tanto tiempo de tensión. Después de esto tengo más fe que nunca en Dios. Nunca se me va a olvidar lo que pasó, sobre todo en la cárcel donde los médicos se burlaban de mis dolencias, pero no guardo rencor”, confesó. 4601